Niños refugiados

ILUSTRACION: Simon Prades
ILUSTRACIÓN: Simon Prades

 

Otra excusa para militarizar aún más la frontera

CHICAGO – El 18 de julio una docena de miembros del Tea Party realizó una protesta frente al consulado de México en contra de darle refugio a las decenas de miles de niños no acompañados procedentes de Honduras, Guatemala, El Salvador y México.

Esta manifestación fue una de varias organizada por el Tea Party y organizaciones similares a los Minutemen el fin de semana 18 – 19 de julio. Estas manifestaciones fueron mal atendidas con no más de una docena de manifestantes en comparación con los mítines y protestas celebradas para darle la bienvenida a los niños refugiados y exigir el bienestar de estos menores.

“Uno de cada cinco niños estadounidenses pasa hambre”, decía un cartel de uno de los manifestantes del Tea Party. Esto me pareció extraño, ¿por qué son culpables los niños refugiados y los inmigrantes indocumentados de que los niños estadounidenses pasen hambre?

¿Cómo puede el aluvión de mentiras por los medios corporativos oscurecer el hecho de que tanto el trabajador de los EE.UU. y los migrantes indocumentados tienen la misma meta común: Una sociedad en la que todos los niños estén protegidos, tengan suficiente alimento y vivir una vida sana, espiritual y físicamente?

El 1%, los mega billonarios y sus medios corporativos están ayudando a fomentar y cultivar una cultura del fascismo en los EE.UU. El fascismo es la unidad de las corporaciones y el gobierno. La clase gobernante precisa esta cultura fascista para apoyar sus intereses económica y políticamente. El gobierno está reestructurándose paso a paso para mejor servir las corporaciones.

¿Quien es el 1%? Ellos son los miembros de la misma clase de capitalistas que están tomando ventaja del tema de la inmigración, no solo para inculcar pánico, pero también para abrir el camino para reforzar la infraestructura fascista.

La militarización de la frontera es parte de esta infra estructura fascista. Hoy en la frontera de México/EE.UU hay un “ejército permanente.” Este “ejército permanente” está formado de cámaras sofisticadas capaces de funcionar en la noche como en el día, sensores de movimiento, sistemas de radares, y drones que dan información a las salas de operación de control. La frontera hoy día es millas y millas de muros y barreras, física como digitalmente.

El Departamento de Seguridad Nacional emplea 240,000 y tiene un presupuesto de $61 mil millones. La Patrulla Fronteriza emplea a 60,000 empleados y es la agencia federal más grande del país.

El 1% es una red de poder entre el gobierno y las corporaciones ejemplificado por el casamiento de intereses entre Boeing y el gobierno.

Boeing es una de las más grandes empresas globales de aeronaves y el segundo contratista aeroespacial y de defensa en el mundo. En 2013, Boeing registró $86,623 mil millones en ventas, y posee el 30º puesto en la revista Fortune. (Wikipedia)

Al hacer del inmigrante chivo expiatorio y ahora a sus hijos los capitalistas pueden justificar su petición de más dinero para militarizar la frontera. El presidente Obama ha solicitado al Congreso $3.7 mil millones. De esta suma casi $40 millones serán destinados a más drones de Boeing y casi el 30 por ciento para el transporte y la detención.

Para no quedarse atrás el gobernador republicano de Texas, Rick Perry ha pedido 1.000 soldados de la Guardia Nacional (a un costo de $12 millones al mes) para que sean desplazados a la frontera.

Pero, los trabajadores no deben dudar que este “ejército permanente” servirá al 1% en tiempos de desasosiego social contra todos los trabajadores estadounidenses.

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