Prisioneros en hulega de hambre para un fin a las deportaciones

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Las casi dos millones de deportaciones han obligado a la gente a salir a las calles en un intento de parar la máquina de deportación. En el estado de Washington acciones de desobediencia civil para detener a los autobuses de transporte de deportados inspiraron a los detenidos en el Centro de Detención del Noroeste a salir en huelga de hambre.
Fotos: Alex Garland, Trust.org NDLON.org.

 

Cuarenta y dos personas son deportadas cada hora de cada día, más de 1000 familias separadas cada día se han convertido en demasiadas para los inmigrantes y los activistas por los derechos de los inmigrantes como la profesora de leyes Angélica Chazaro; organizadora comunitaria, Cariño Barragán; estratega política Maru Mora Villalpando; y la abogada de inmigración Sandy Restrepo. Ellas invitaron a sus compañeras de lucha a unirse en la planeación de una acción directa para llamar la atención a la miseria humana que ocurre tras las estadísticas de deportaciones y del anónimo Centro de Detención del Noroeste (NWDC por sus siglas en inglés), uno de los más grandes del país. También invitaron a la Red Nacional de Jornaleros, organización que cuenta con un récord comprobado de acciones directas en contra de las deportaciones para proveer conocimientos necesarios.

En las primeras horas de la mañana del 24 de febrero, a pesar de una lluvia fría y constante, cerca de 50 personas se reunieron afuera de la prisión privada determinados a parar autobuses con gente lista para ser deportada. Usando diez personas encadenadas juntas, dos de ellas inmigrantes indocumentados incluyendo a Mora Villalpando, y un equipo táctico, pudieron hacer que un autobús y dos camionetas regresaran al centro de detención. A pesar que uno de esos vehículos no iba al aeropuerto para deportar personas, la acción provoco que ICE dejara a aproximadamente 120 sin encadenar esperando a ser transportadas en autobuses para luego ser deportadas y los regresaron a sus unidades.

José Moreno estaba en uno de las camionetas que fue regresada al centro de detención. Los llevaba a su siguiente paso en el proceso para ser puestos en libertad bajo fianza. El dice que cuando dejo la camioneta, él y otros pasaron la voz que había gente afuera tratando de parar deportaciones. El dijo, “Si gente que ni siquiera nos conoce está tratando de parar nuestras deportaciones, ¿no deberíamos de tratar de ayudarnos nosotros mismos?”

El 6 de marzo ellos estaban listos y 25 de aproximadamente 1300 personas detenidas en NWDC firmaron un documento llamando a una huelga de hambre general que comenzaría el siguiente día. En la parte primera de sus demandas estaba la preocupación por sus familias. En parte el llamado decía:

Hoy nos unimos al esfuerzo y la demanda que el Ejecutivo Federal (Sr. Presidente Barack Obama), use su autoridad presidencial y ordene un alto total a las injustas deportaciones que están separando a las familias, destruyendo hogares y solo traen incertidumbre y futuros sin felicidad a nuestros hijos, a nuestros seres queridos.

Ellos también demandaban un incremento a la paga que reciben de $1 por día, comida saludable, precios razonables en la tienda del centro (comisaria) y en el servicio de teléfono y fianzas razonables.

Cerca de 1200 respondieron a la llamada y comenzaron la huelga de hambre. El mismo grupo que paro las deportaciones brincó a la acción para proveer apoyo y dar atención a la situación a través de la luz pública de los medios de comunicación que la acción del 24 de febrero había generado. En el siguiente mes los números fluctuaron pero a todo momento había personas en huelga de hambre. Jesús Gaspar Navarro, Ramón Mendoza Pascual y Miguel Ángel Farías Sánchez fueron puestos en segregación médica y constantemente amenazados con forzarlos a comer y algunas veces con transferirlos a otra instalación. Una vez que la huelga se renovó.

Jesús Gaspar termino su huelga de hambre aun en aislamiento médico el 31 de marzo. Él había dejado de comer por casi un mes. Él dio una entrevista de radio y fue inmediatamente movido a aislamiento disciplinario, lo cual incluye no contacto con los demás, no materiales de lectura, TV, no privilegios de acceso a la tienda (comisaria) o llamadas telefónicas. También en aislamiento se encuentran un veterano del ejército quien pedía un paro de trabajo y docenas quienes renovaron su huelga de hambre.

Una petición en favor de los huelguistas y los comunicados de prensa mas actualizados están disponibles en:

www.notonemoredeportation.com

/2014/03/10/detention-hunger-strike

Fondo para apoyar a las familias de los huelguistas por los derechos humanos:

http://www.gofundme.com/7orehg

 

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