Foto: www.theepocktimes.com | Tere Carrión
Ya han transcurrido más de cuatro meses desde que el auxiliar del alguacil del condado de Sonoma, Erick Gelhaus, mató de siete balazos a Andy López, de apenas 13 años. Pero aún continúa la agitación en el condado, tanto entre los Latinos como entre los anglosajones.
El Día de los Presidentes, cuando los niños estaban libres por ser un día feriado, el grupo denominado “Andy’s Youth” (Juventud de Andy), encabezado por estudiantes escolares de nivel intermedio, llevó a cabo una enérgica manifestación por las calles de Santa Rosa.
Al finalizar la tarde del 26 de febrero, la Coalición Justicia para Andy López (JCAL, por sus siglas en inglés) hizo un novenario profundamente conmovedor y sombrío desde la zona oeste hasta el lote vacío donde Gelhaus asesinó a Andy mientras caminaba con un rifle de plástico. El lote se ha transformado en un lugar conmemorativo.
Cuando cayó la noche, los participantes se abrieron paso por todo el vecindario con candelas encendidas. La JCAL está celebrando novenarios todos martes por la noche (durante nueve semanas), a fin de convocar a los residentes e informarles sobre la situación de las cosas.
Mientras tanto, se han entregado los resultados de la investigación policial a Jill Ravitch, Fiscal de Distrito, quien los está manteniendo en secreto y ha pospuesto su decisión sobre si se debe presentar cargos o no contra Gelhaus. Ravitch ha señalado que necesita tiempo para llevar a cabo su propia investigación.
Los críticos aseveran que Ravitch se enfrentará a un contendiente en las elecciones primarias del 3 de junio. En el 2010, ella resultó electa y recibió el apoyo de los órganos policiales.
Un abogado de la familia López informó que durante varios años Gelhaus se ha desempeñado activamente como instructor de armas de fuego en un campamento de formación en Arizona, bajo el nombre de “Gunsight Academy,” administrado por alguien que es supremacista blanco de forma abierta.
El control sobre la policía en el condado de Sonoma es uno de los asuntos principales que han surgido a partir del asesinato. La Junta de Supervisores ha establecido un grupo de trabajo para analizar la supervisión comunitaria de la oficina del alguacil.
Si bien el alguacil resulta electo de forma directa, durante dos décadas los candidatos a este puesto se han postulado sin ningún contendiente y se les ha escogido entre los miembros del denominado “club de los viejos chicos buenos” (un grupo cerrado de amigos compuesto exclusivamente por hombres blancos). La Junta de Supervisores del condado únicamente se encarga de monitorear el presupuesto del alguacil, pero con esto mantiene el poder monetario.
El asesinato de Andy López en octubre anterior desencadenó una ola de protestas más amplias y profundas que lo que habían previsto los funcionarios y el alguacil del condado. A medida que se abre paso, esta ola de protestas va educando tanto a la comunidad latina como a la anglosajona sobre las realidades políticas—y sobre sí mismas de forma mutua.
