Integrantes de la iniciativa multirracial “Madres de Blanco” sostienen espejos ante la ‘crisis moral’ originada por el asesinato del joven de 13 años en California, por parte del agente auxiliar del alguacil.
En la víspera de navidad, muchas familias se reúnen para celebrar e intercambiar regalos. Pero ¿qué se puede hacer cuando tan sólo hace dos meses asesinaron a un integrante joven y muy querido de su familia?
Durante esta Nochebuena, un grupo en Santa Rosa, California se reunió para planificar una acción en apoyo a la familia de Andy López, el joven de 13 años que en octubre anterior perdió la vida en manos de Erick Gelhaus, agente auxiliar del condado de Sonoma.
Como parte de la Coalición de Justicia para Andy López, la cual está creciendo, este grupo exige el cese de asesinatos de niños inocentes por parte de agentes policiales, los cuales posteriormente no enfrentan acusaciones ni castigos.
Quienes se reunieron durante la Nochebuena representaron ampliamente a la comunidad de Santa Rosa.
Se hicieron presentes miembros de la rama de Sonoma de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP, por sus siglas en inglés), un antiguo grupo de derechos civiles para afroamericanos, al igual que de un grupo de mayoría blanca en Sonoma denominado “Women’s Political Caucus”, su estación radial bilingüe KBBF-FM, y amigos y vecinos de la familia López.
Se decidió organizar “Mujeres de Blanco” para implorar justicia en la reunión de la Junta de Supervisores del condado de Sonoma en enero. En el volante que distribuyó entre la comunidad, este grupo escribió lo siguiente: “Cada uno de los miembros de la Junta de Supervisores del condado de Sonoma debe fijar su mirada en una crisis moral. ¿Qué tipo de ‘política’ [del condado] permite el brutal asesinato de un niño de 13 años que no cometió ningún delito?
El comité planificó la creación de un “dramático impacto visual” de al menos 50 de “Madres de Blanco” y las personas que las apoyan durante la reunión de la Junta de Supervisores. Debido a que se afirmó que Mike McGuire, uno de los supervisores, había dicho que con la muerte de Andy surgía un momento oportuno para reflejarse en el espejo, se invitó a las personas a que llevaran espejos para que los supervisores se examinaran a sí mismos.
Anteriormente, el día de Acción de Gracias fue muy difícil para la familia López, cuyos integrantes incluyen a tres niños más. En una carta pública dirigida a Gelhaus, Sujey, la madre de Andy, escribió lo siguiente: “Que este día de Acción de Gracias sea inolvidable para todos ustedes, que nunca se olvide mi desdicha ni el sufrimiento de mi familia”.
“Ni siquiera le dio tiempo a mi hijo para que lo enfrentara. Usted lo asesinó como si no fuera nada, lo mató como si hubiera sido un pájaro o un mapache a la orilla del camino”, escribió Sujey. “Ahora me consuelo abrazando las cenizas de mi hijo”.
Dara McCuistion, la madre que presidió la reunión durante la Nochebuena, sintió esa misma pena. Dirigiéndose al grupo, ella afirmó lo siguiente: “He conocido a demasiadas madres a quienes la policía ha arrebatado la vida a sus hijos. Cuando escuché acerca de este caso me dije ‘Dios mío, ¡no puede ser un niño de 13 años!’”
“He observado los ojos de luto y de duelo de Sujey. Me han contado acerca de los lamentos de Rodrigo, el padre de Andy, en su féretro. Esto es demasiado”.
Desde que el agente auxiliar del alguacil, Erick Gelhaus, disparó y asesinó a Andy, Santa Rosa ha organizado decenas de vigilias de oración, marchas y concentraciones. Justo antes de la navidad, diversos estudiantes del ciclo medio y de secundaria, autodenominados “Juventud de Andy” marcharon en silencio desde el ayuntamiento hasta la oficina del alguacil de Sonoma. Los jóvenes llevaban candelas y vestían camisas blancas con imágenes de Andy.
Las exigencias de la comunidad incluyen la creación de una junta de revisión comunitaria para la policía y la construcción de un parque conmemorativo con el nombre de Andy López en el lote vacío donde él jugaba con un rifle de juguete cuando fue asesinado.
Los supervisores han asignado dinero para la construcción del parque y ya establecieron un grupo de trabajo para estudiar modelos de supervisión ciudadana para los cuerpos policiales locales.
Sin embargo, según lo explicó Karen Saari, una cautelosa activista de la coalición, ella teme que los integrantes de la junta sean “en su mayoría del tipo que está renuente a mantenerse firme ante la autoridad. Sospecho que la intención es aplacar el clamor público”.
Karen también afirmó lo siguiente: “Estaría muy sorprendida si en los resultados se muestran verdaderas agallas”.
Hay unanimidad entre los miembros de la coalición en cuanto al hecho de que la justicia para Andy López debe ir más allá de la acusación y la condena del agente auxiliar Gelhaus. Ellos saben que esta es una larga lucha que habrá que librar.
Al mantenerse activos mientras otras familias se relajaban durante las fiestas, ellos han mostrado que asumirán la lucha y que cambiarán las cosas —de hecho, ya están cambiando— en el condado de Sonoma.