El rol de la juventud en estos días

La sociedad de consumo

 

Iskra Abello, estudiante de Pregrado de la Universidad de Concepción, octava región, Chile

Dicen los teóricos que una característica latente de la juventud son sus ideas mesiánicas y sus ansias de cambiar al mundo. Todos  quienes han pasado por ella, o quienes la están viviendo, saben que es aquí donde se está más preocupado por “salvar al mundo”. Como jóvenes queremos derribar las barreras de la desigualdad, disminuir la pobreza, eliminar la discriminación,  hacer justicia por los oprimidos y mejorar el medioambiente. Para ello organizamos marchas, publicamos estados en las redes sociales, pertenecemos a algún grupo de beneficencia o medioambientalista. Pero ¿se percibe algún cambio? En lo personal creo que el mundo perfecto no existe, ni existirá en esta tierra. Sin embargo creo que es posible mejorarlo, y es allí donde nuestro rol se vuelve primordial, tenemos el deber de influir en las decisiones que nuestros gobiernos toman.  Las políticas de Estado tienen mucho que ver en el bienestar de las personas, si bien este no es el responsable de nuestra felicidad, proporciona  a los ciudadanos una base para construir sus vidas. Desde mi postura pienso que es imposible cambiar la cultura y dinámica dentro de la cual los gobiernos actúan. Pero considero que los jóvenes somos agentes de cambio,  cuando nos unimos y alzamos la voz por la justicia logramos que la ciudadanía se adhiera y reclame junto a nosotros; movemos así el piso de los gobiernos, los sacamos de su comodidad, exigimos, les hacemos ver que somos gente que piensa, por lo tanto………. ¡cuidado! no pueden hacer lo que se les dé la gana. Como estudiante de Chile, he experimentado en carne propia el poder que tiene la unión de la ciudadanía, tal vez para muchos las cosas siguen iguales, pero para mí es un verdadero triunfo haber sido capaces de generar un movimiento, que de estudiantil paso a ser uno ciudadano, frente al cual nadie quedó indiferente y que obligo a los gobiernos a vernos con  otros ojos. Ahora, a mí parecer  las principales barreras para generar un cambio significativo están enraizadas en los intereses económicos que mueven los hilos de los Gobiernos, las políticas por lo general se aprueban o vetan en función del beneficio de estos grupos, ¿qué podemos hacer? Educarnos, ser conscientes, generar pensamiento y conclusiones  propias, exigir desde una postura inteligente. Necesitamos un pueblo que piense, no uno con palos y picotas.

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