La Etapa de Desobediencia Civil
Atreves del país jornaleros y jóvenes inmigrantes comienzan a enfrentarse a las autoridades y a desafiarse al presunto ambiente de “como lo mande Dios.” Ya sea con encadenarse a los cofres de camiones que se utilizan para deportar a sus compatriotas, encadenarse a los cercos que rodean la Casa Blanca en Washington, participar en ayunos, rezar rosarios en público, o simplemente protestar, están demostrando su gran desacuerdo con el estancamiento del progreso en la reforma de inmigración. Culpan al igual a presidente Obama y los demócratas que a los republicanos a quienes los Demócratas acusan de impedir la reforma. Mientras, se deportan a más de 1,100 personas por día, más que durante cualquier administración republicana. Los manifestantes exigen que el Presidente tiene el poder de declarar un moratorio a las deportaciones, y de tal manera obligar a los republicanos a negociar en buena fe.
Cuando se le cierran los caminos al alivio del sufrimiento al pueblo, el pueblo históricamente ha buscado nuevas soluciones o formas de resolver sus problemas, incluyendo su derecho humano de protestar. Hoy día, tiempos extremos exigen medidas adecuadas para llamar la atención a la tragedia de la separación de familias. Los jornaleros y la juventud han sido criticados por romper con la unidad de los lideres establecidos, incluyendo también por nombrar al Presidente Obama “Jefe de Deportaciones.” Considerando que hasta 5 millones de inmigrantes pueden ser excluidos de la propuesta ya aprobada por el Senado, cualquier “compromiso” al cual lleguen los demócratas y los republicanos, casi de seguro será peor. Mientras, las deportaciones de inmigrantes que presuntamente calificarían para la amnistía continúan sin cesar.
La realidad es que los jornaleros y los manifestantes jóvenes no están solos en su desacuerdo. Primeramente, la gran mayoría de norteamericanos quieren que se apruebe un plan de amnistía con camino hacia la ciudadanía. Segundo punto, la gran mayoría de norteamericanos también se encuentran bajo ataque económicamente, socialmente, y políticamente, aunque en formas variables. Muchos ciudadanos norteamericanos también comienzan a participar en acciones de desobediencia civil. Un ejemplo son las protestas del “Moral Monday” en el Norte de Carolina, donde personas de diversas partes de la sociedad, incluyendo campesinos latinos, protestan la eliminación de derechos de votación para muchos pobres, eliminación de programas para proveer alimentos, de extender beneficios de desempleo, y mucho más.
En verdad, escuchamos las primeras escaramuzas de una batalla por la independencia política de toda la gente trabajadora. Nos da orgullo declarar que Los Jornaleros y los jóvenes están entre las primeras filas de batalla de la clase trabajadora norteamericana.