Nos encontramos en un punto decisivo

Nos encontramos en un punto decisivo

Tras las divisiones raciales que han durado varias décadas, nuestra clase —la clase obrera está comenzando a unirse

Nos encontramos en un punto decisivo. Algo muy serio, muy beneficioso y muy significativo para nuestra clase —la clase obrera— está en marcha.

Durante muchos años, el Tribuno del Pueblo ha sostenido que si la clase obrera en los Estados Unidos desea sobrevivir, la misma debe unirse para superar las divisiones raciales que la oligarquía ha cultivado con sumo cuidado a lo largo de varias décadas.

Ahora parece que esta unidad por fin se está germinando, y está sucediendo en lugares en los que tomarse de las manos más allá de las marcadas líneas raciales ha sido lo más difícil de lograr y donde esta unidad representa una mayor amenaza para quienes detentan el poder —en el sur y en las prisiones.

Durante las manifestaciones del “lunes moral” (o Moral Monday, en inglés) en la capital del estado de Carolina del Norte,  miles de anglosajones se han unido a otros miles de afroamericanos bajo el estandarte de una organización de derechos civiles de los negros, la NAACP.

El hecho de que los blancos marcharan bajo el liderazgo de los negros es algo histórico en el sur, una región en la que durante siglos la oligarquía ha comprado la lealtad de los blancos, otorgándoles suficientes privilegios para mantenerlos un paso más arriba de los afroamericanos.

En la larga protesta de “brazos caídos” del grupo denominado “Dream Defenders” (Defensores del Sueño) en la oficina del gobernador de Florida, la lucha unida de los jóvenes afroamericanos, latinos y anglosajones es igualmente histórica.

En las prisiones estatales de California, la huelga de hambre de 30,000 reos —unidos por un acuerdo de paz entre las pandillas beligerantes de anglosajones, latinos y afroamericanos— amenaza las propias bases del célebre sistema carcelario de este estado.

Durante años, diversos líderes valerosos han intentado crear esta unidad y no lo han logrado. ¿Por qué está sucediendo ahora?

Nuestra clase se está uniendo y dejando de lado las viejas y dolorosas divisiones porque las condiciones han cambiado —y se han transformado fundamentalmente.

A mucha gente le está quedando claro, aunque de manera dolorosa, que el actual sistema económico —el capitalismo— está colapsando, que ya no puede ofrecer las cosas que las personas necesitan para sobrevivir y que no es que haya escasez de estas cosas, sino que lo que hace falta es el dinero necesario para adquirirlas.

Y se está haciendo terriblemente evidente que la respuesta de la oligarquía es caernos encima y con fuerza, apoderándose de lo que nos queda de dinero, privándonos de nuestros derechos democráticos y dejándonos desangrados.

En este momento tan crítico, la unidad de la clase es la nueva idea que germina, se arraiga y florece para fomentar la necesidad cada vez más consciente de alzarnos —como clase— y hacernos cargo de nuestro propio futuro.  Ahora debemos acoger esta nueva idea.

RELATED ARICLES