El 16 de septiembre fué parte de una época de revolución

Los mexicanos aquí han sido desterrados
Los mexicanos aquí han sido desterrados de su “México” por políticas económicas y políticas, que avalan al capital más que los derechos del pueblo.
Foto: Adrian Garcia

 

El 16 de septiembre tradicionalmente  se celebra como el Día de la Independencia Mexicana. En aquel día del año 1810 el sacerdote provincial Miguel Hidalgo y Costilla dió su famoso “Grito de Dolores” cual impulsó la Guerra por la Independencia que terminó con  más de 3 siglos de dominación española.

La Guerra por la Independencia Mexicana sucedió durante una época de revolución social y política causada por el desarrollo del capitalismo en su infancia. Fué un tiempo de agitación social cual por primera vez demostró la inter-conección del mundo creado por el capitalismo. Ideas e acciones en una nación o aún a través del Oceano Atlántico repercutaban o tenían sus consecuencias en otro lado.

Es importante evaluar la significancia de la Guerra por la Independencia Mexicana bajo esta perspectiva para poder comprender los acontecimientos de hoy día.  Ahora con medios de comunicación extremadamente avanzados, lo que sucede en un país se experimenta casi simultáneamente en otros. Ejemplos son las repercusiones sentidas a través de todo el mundo con el colapso bancario en los EE.UU. del 2008. También de tal forma podemos comprender la relación entre los levantamientos en los países àrabes nombrados “Arab Spring”, el movimiento “Occupy”, y el desafio de parte de los “Dreamers” contra la  patrulla fronteriza, aduanal, y  oficiales políticos.

Mientras que los revolucionarios mexicanos luchaban y morían por sus ideales, incluyendo el fin de la esclavitud, aún más al sur Simon Bolivar y otros revolucionarios luchaban por la independencia del resto de Latino América de España. En Haiti, el esclavo Toussaint L’Overture desafió la opresión y la esclavitud en 1806 al derrotar el ejército de Napoleón Bonaparte, un hecho que estremeció hasta los dueños de esclavos en plantaciones del sur de los EE.UU.

Todas estas revoluciones sucedieron casi al mismo tiempo, y se influenciaron la una a la otra. Por ejemplo, Simon Bolivar partió de Haiti hacia Colombia cuando se lanzó por segunda vez en su intento para vencer a los españoles.

La primera revolución exitósa en  las Americas fué la Norteamericana del 1776 donde  nació los EE.UU. Fue influida por los ideales de derechos humanos y la agitación social que nacieron con el desarrollo temprano del capitalismo y  el declive del feudalismo en Europa. A la vez, la Revolución Americana inspiró al resto de Latino América con una visión de libertad, harmonia, y plenitud.

La asistencia francesa a los colonistas americanos en derrotar a los Ingleses, los ayudó a lograr su independencia, algo que inspiró a todas las revoluciones latinoamericanas,  incluyendo sin querer a la revolución francesa.

La revolución francesa, cual occurió después de la americana, debilitó el control frances sobre sus colonias como Haiti. La contra-revolución francesa de Napoleón Bonaparte que siguió, condujo a la invasión de España y el desplazamiento del rey español. Una consecuencia no previsa fué la pérdida de control de las colonias españolas en Latino América, incluyendo  México.

A pesar de que la visión de los revolucionarios de aquella época por un mejor futuro no se les logró, es hasta más alcanzable ahora que jamás en la historia. Hoy vivimos en un mundo altamente inter-conectado, de abundancia, donde medios de producción avanzados prometen un futuro sin hambre u otras privaciones. En la época pasada se luchaba contra la tiranía del “derecho divino de los reyes”. Hoy día enfrentamos la tiranía de corporaciones globales que suelen tener más derechos que humanos. El camino se esclarece para revolucionarios de hoy día. Estamos en posición de lograr la visión de paz, libertad, y de plenitud que soñaban nuestros antepasados.

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