Desde el 2006 millones han tomado las calles en protesta y para exigir respeto a sus derechos humanos en los EE.UU. De hecho un movimiento global laboral de migrantes está creciendo, el cual es formado de trabajadoras/es desplazados por la producción electrónica global con robots y computadoras. Como consecuencia las y los trabajadoress migrantes globales caminan por el mundo en busca de trabajos.
Debido a su dislocación más y más trabajadores, sin consideración de raza o nacionalidad generalmente tienen el mismo interés económico común. Necesitamos alimentación, casa, atención médica y educación con el fin de vivir y hacer una contribución productiva a la sociedad. Son necesidades humanas básicas.
La producción global crea el trabajo global, o sea al y la trabajadora global. Con la globalización, el capital es libre de trasladarse, virtualmente sin restricciones por todo el mundo. No tiene fronteras nacionales. Los inmigrantes con o sin documentos son los trabajadores globales que atraviezan las fronteras nacionales en busca de trabajo con el fin de mantenerse vivos. Quienes no tienen documentos cruzan las fronteras bajo el riesgo de perder sus vidas.
La unidad de la clase trabajadora es la única defensa política que tenemos para protejernos, para protejer tanto a nuestras familias como a nuestra clase de la violencia, económica y física, de la clase gobernante que pisotea nuestros derechos humanos.