Por los Editores del Tribuno del Pueblo
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El asesino de Trayvon Martin ha sido puesto en libertad. Un pueblo conmocionado y enojado ha salido a las calles en protesta. Artículos condenando el racismo actual y la injusticia llenan los medios de comunicación, mientras que el presidente hace un llamado por calma y el respeto a la ley. Estamos viendo el comienzo de una nueva etapa de un movimiento poderoso, el cual es la respuesta social natural e inevitable a la opresión.
Los revolucionarios no pueden afectar la historia sin llegar a ser parte y brindar claridad a este clamor por la justicia. No pueden, sin embargo, impactar a la historia si eso es todo lo que hacen. La pasión de los revolucionarios en lucha debe reflejarse en su capacidad de resumir, comprender la importancia de este tipo de eventos, para ver en donde encajan estas manifestaciones en el proceso revolucionario en desarrollo. Sólo entonces podrán planificar y organizar las próximas batallas inevitables.
¿Cuál es el significado histórico de la muerte de Trayvon Martin? Puesto que nada puede entenderse fuera de su contexto social y económico, vemos este asesinato como parte de un proceso que involucra a todo el país, no sólo los afroamericanos. Los Estados Unidos ha emprendido el sendero irreversible hacia la revolución. La producción electrónica sin trabajo asalariado está destruyendo nuestra sociedad, que se basa en el trabajo asalariado. El gobierno no puede resolver los problemas del desempleo permanente y el declive de nuestro nivel de vida. El Tribunal Supremo se ha convertido en una broma, un defensor abierto de las corporaciones y en contra de la gente. Sólo el 10% de la gente tiene confianza en el Congreso. La primera etapa de la revolución es la pérdida de la confianza del pueblo en el gobierno. Ese proceso está en marcha y la liberación de Zimmerman añade más leña al fuego.
Retrospectivamente el sublevamiento de la lucha a partir de la década de los años 1950, vemos que entre las decenas de asesinatos y linchamientos brutales en esa época, el asesinato de Emmett Till se destacó y movilizó a todo el movimiento. Estos eventos de movilización tomaron lugar en un momento crítico de los cambios en la economía y la amplia difusión del descontento social. El asesinato de Trayvon Martin refleja esto a un nivel superior.
Los revolucionarios deben aportar claridad al movimiento. Hay quienes se conforman con gritar “racismo”, como si eso fuera a resolver el problema. El racismo está tan profundamente enredado en nuestra historia que no puede ser aplastado sin aplastar a todo el sistema. A la vez que la sociedad se polariza, el racismo tiende a convertirse en la forma más que el contenido de la lucha. Ese contenido se ve más claramente como la opresión y la explotación de clase.
El asesinato de Trayvon marca el final de una etapa y señala el camino a seguir. Las trabajadoras/trabajadores estadounidenses enfrentan a una lucha larga y difícil. Los contornos del enemigo están viéndose más claros para todos y simplemente el luchar ya no es suficiente. Hay que ganarse al pueblo al concepto de la recuperación de nuestro país para reconstruirlo sobre la base de la propiedad común de los medios de vida, lo cual terminará para siempre con la libertad de asesinar a nuestros hijos.
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