Viejas lecciones bajo nuevas condiciones

La agricultura tradicional ha sufrido grandes trastornos. Grandes cantidades de inmigrantes han ingresado al país y han hecho que disminuyan los salarios. En el marco de una estrategia de “dividir y conquistar”, los agentes de los poderes existentes están avivando el enojo de los obreros nacidos en este país.

Esta es una muy vieja historia en los Estados Unidos. Los irlandeses que escaparon de la gran hambruna de la papa. Los pobladores de Europa del Sur y del Este que emigraron cuando el cultivo de trigo a gran escala hizo que las pequeñas fincas agrícolas ya no fueran competitivas. Los agricultores negros del sur de los Estados Unidos que se les expulsó de las tierras con el corte mecanizado del algodón. Los habitantes del medio oeste que abandonaron las fincas familiars cuando la nueva maquinaria logró que la agroindustria estuviera a la orden del día.

Y siempre hacia las ciudades. Siempre hacia las fábricas, a medida que la industria estadounidense crecía y crecía, y crecía aún más.

Así que el ingreso de inmigrantes a los Estados Unidos no es algo nuevo. Lo que sí es nuevo en la denominada Gran Migración es que ahora los puestos industrials ya no están aumentando; todo lo contrario, están disminuyendo, por lo que los obreros que han nacido aquí también se están quedando sin empleo.

Existe una revolución tecnológica en marcha, la cual ya no sólo está despojando a los agricultores de las tierras, sino que poco a poco también está expulsando a todos los obreros de sus lugares de trabajo.

Los obreros en las cadenas de ensamblaje cuestan aproximadamente $3,40 la hora. Para los obreros en el mundo, este no es un salario mínimo eficaz. Y nadie puede vivir con eso, no en los Estados Unidos. Para sobrevivir, es necesario efectuar grandes cambios.

Pero hay diversas lecciones importantes que todavía se deben aprender de la experiencia anterior de los inmigrantes.

La última vez que a los inmigrantes se les denominó “extranjero” y los empleadores y el gobierno utilizaron esto para que un segment de la fuerza laboral se enfrentara a otra fue a principios del siglo XX.

En ese tiempo, la mitad de la fuerza laboral industrial era extranjera. Pero la oligarquía industrial estaba explotando y oprimiendo a toda la clase obrera. Los trabajadores pudieron vislumbrar claramente que tenían que unirse—en sindicatos.

Cuando los obreros que nacieron en este país se unieron sin los inmigrantes, no lograron lo que se proponían en sus huelgas. Cuando los trabajadores inmigrantes se unieron sin los que nacieron aquí, no obtuvieron lo que deseaban en sus huelgas.

Pero cuando los obreros inmigrantes y los que nacieron en este país se unieron, lograron lo propuesto en sus huelgas y ganaron sus luchas. Tuvieron que dejar a un lado su estatus y sus nacionalidades y asumir una postura de unidad de la clase.

El pueblo unido…

 

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