1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, es una fecha para resumir nuestra lucha por un mundo nuevo. En este número de mayo del Tribuno del Pueblo, nos centramos en la cuestión de la inmigración y su importancia para el logro de la unidad de la clase trabajadora.
¡Aquí estamos y no nos vamos y si nos deportan nos regresamos! se ha convertido en el grito de guerra de un pueblo que ha dicho ¡Basta! La aprobación del proyecto de ley anti-inmigrante de Sensenbrenner (HR 4437) en la Cámara de Representantes en 2005 fue el fósforo que prendió la mecha de un movimiento nacional por los derechos civiles y humanos del inmigrante indocumentado. Este movimiento integrado por inmigrantes indocumentados, residentes legales, y los nacidos aquí, irrumpió en mayo de 2006.
Como dice el otro editorial en está misma página anterior, “tanto los nacidos en los EE.UU. y los inmigrantes a los EE.UU. son parte de una sola clase trabajadora. Si los capitalistas han derribado las fronteras para el comercio, los trabajadores también tienen que acabar con las fronteras que nos dividen. Nosotros no pertenecemos a ningún país. Todos tenemos las mismas necesidades “.
Nuestra portada y la páginas centrales están dedicadas a nuestras hermanas y hermanos migrantes de Centro y Sur América y el Caribe. Las fotos de Irineo Mujica capturan mejor que las palabras la crueldad, la violencia y la desesperación que sufren estos inmigrantes en su viaje al norte.
“¿Por qué emigramos?”, muchos se preguntan. En edición respondemos a esta pregunta para que nuestros lectores puedan explicar a la gente alrededor de ellos. Por supuesto, son los tratados de libre comercio como NAFTA y el CAFTA, estos tratados le dieron apertura a México y a Centroamérica para el capital de los EE.UU., lo cual terminó en su mayoría con la agricultura tradicional y dió inició a la “Gran Migración”.
También en está edición líderes y organizaciones de base que luchan por el camino a la ciudadanía exponen lo que quieren:
Coordinadora 13–Está coallición está recopilando cartas de las hijas e hijos de los indocumentados. En éstas cartas se exige la suspensión inmediata de las deportaciones y la inclusión máxima a la legalización.
DRUM, una organización de inmigrantes del sur de Asia y musulmanes en Nueva York – Monmi Maulik nos expone que se busca, “La legalización, pero no como una compensación por la deportación de la mitad de nuestras familias . . . ni más sangre de nuestras hermanas y hermanos en la frontera “.
De un modo u otro, cada artículo demuestra la necesidad por la unidad de la clase trabajadora. La ciudadanía para todas las y los trabajadores indocumentados es el siguiente paso para lograr