Una unidad entre fronteras en contra de la TPP

Un movimiento de movimientos se está reunificando en todo el mundo, con el fin de decir “¡SUFICIENTE!” a la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés)—una propuesta internacional impulsada por la administración de Obama, a petición de las grandes corporaciones, la cual fomentaría reglas de inversión y un comercio al estilo del NAFTA a lo largo de la Cuenca del Pacífico.

Manuel Pérez Rocha, de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio e investigador asociado en el Instituto de Estudios sobre Políticas en Washington, D.C., afirmó que “es imposible exagerar qué tan devastador ha sido el NAFTA para los obreros y los familias agrícolas durante los últimos 20 años. Los documentos que se han filtrado sugieren que la TPP iría más allá del NAFTA en cuanto al poder que confiere a las corporaciones transnacionales. Por suerte, está surgiendo un movimiento transnacional para detener la iniciativa.”

Actualmente, la TPP se encuentra bajo negociación entre los Estados Unidos, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, pero también se está redactando como un “documento de acoplamiento”, lo que significa que otros países se verán presionados a acoplarse o a integrase con el tiempo. Un tratado de libre comercio con estos 11 países representaría el acuerdo de este tipo más grande en la historia de los Estados Unidos y se está negociando de forma específica como primer paso para establecer una zona de libre comercio aún más grande en Asia y el Pacífico.

Después de haber finalizado 15 rondas principales de negociaciones durante varios años, los encargados de cada país en éstas todavía se rehúsan a informar al público lo que han estado proponiendo a nombre nuestro. Mientras tanto, los negociadores estadounidenses han concedido a 600 integrantes de diversos grupos de interés un estatus de “asesores autorizados” que les permite tener acceso a los textos. Entre estos se incluyen representantes de empresas tales como Walmart, Cargill y Chevron.

A pesar del misterio en torno a las negociaciones, en citizenstrade.org se han publicado una serie de textos filtrados y han salido a la luz pública las cosas que están exigiendo las corporaciones. Tanto los textos filtrados como los testimonios públicos provenientes de una variedad de intereses corporativos muestran que una gran cantidad de fabricantes, marcas comerciales y vendedores minoristas desean utilizar la TPP para transferir puestos de empleo al exterior; es decir, a países como Vietnam, donde los obreros ganan menos aún que los trabajadores chinos que son explotados en las fábricas.  Por su parte, las gigantes empresas farmacéuticas desean utilizar la TPP para ampliar sus patentes médicas, mientras que las grandes empresas petroleras y de gas tienen interés en usarla para obstaculizar futuros reglamentos climáticos. Asimismo, Wall Street desea que la TPP prohíba reglamentos financieros de sentido común, y los intermediarios agrícolas desean inundar con granos subsidiados a países adicionales, con lo cual se consolidarían los suministros globales de alimentos en cada vez menos manos.

El 1° de diciembre, una coalición de activistas para la justicia comercial de los Estados Unidos, México y Canadá anunció su propósito de recaudar 1,000 firmas organizativas para una “Declaración de Unidad Norteamericana en Oposición a la Expansión del NAFTA a través de la Alianza Transpacífico”. La declaración está disponible en TPPxBorder.org para que los grupos la puedan leer y firmar.

Stuart Trew, encargado de campañas relativas al comercio dentro del Consejo de Canadienses, explicó que “estamos haciendo un llamado a las organizaciones de justicia social a lo largo de Canadá, México y los Estados Unidos para que firmen la Declaración de Unidad, primero, como reconocimiento de la amenaza que impone la TPP a sus miembros, y segundo, como reconocimiento que se necesitará que todos nos unamos a lo largo de las fronteras geográficas y los límites de las áreas temáticas para poder vencer.”

Los organizadores señalaron que, al trabajar conjuntamente, se ha evitado que haya una apropiación similar del poder corporativo en la Ronda del Milenio de la Organización Mundial del Comercio para el Área de Libre Comercio de las Américas.

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