Nuestras luchas ya no pueden ser contenidas por fronteras nacionales. No tenemos nada que ganar luchando uno contra el otro por los intereses del capital y las corporaciones. Nuestra lucha es por un mundo nuevo, donde las personas posean y controlen la tecnología de producción y la utilizen para producir cooperativamente alimentación, vivienda, cuidado de la salud, y todo lo que se precisa para una vida civilizada.
La demanda inmediata de la humanidad es que los recursos sean desvíados del empuje bélico y de la dominación global de los capitalista y sean usados para satisfacer las necesidades humanas.
La nueva tecnología ofrece a la humanidad la oportunidad de unirse, por fin, y crear un futuro brillante para todos nosotros, pero para lograr este futuro debemos luchar.
El futuro depende de nosotros.