Imponer impuestos a los ricos

Este 1º de mayo fue diferente que años atras, este año los lazos de solidaridad, como una clase de trabajadores, fue más ampliamente despeglado. Este año las marchas y eventos proinmigrantes, casi en todas las ciudades tuvieron la participación del nuevo sector del trabajo bajo ataque, los empleados públicos.

En meses recientes, hemos observado protestas masivas en muchas ciudades de los Estados Unidos, en señal de su lucha contra las nuevas leyes que buscan denegar los derechos de los trabajadores. Estas manifestaciones muestran que el pueblo tiene un poder que va más allá del uso de una papeleta de votación anualmente o cada dos años. Las manifestaciones muestran que las masas pueden participar en sus comunidades y que amplios segmentos del pueblo se unen para pronunciarse, asumir una postura y tomar acciones. La ocupación del edificio del Capitolio en Madison, Wisconsin ha sido una tremenda muestra de solidaridad que ha captado la

atención mundial y que refleja las exigencias de la clase obrera de Wisconsin. Los ataques contra los derechos de los trabajadores están dando origen a la toma de acciones por parte de cientos de miles de personas en todo el país. Desde las calles de Madison hasta Michigan, Ohio, y Indiana el entusiasmo es palpable, la solidaridad es contagiosa

y el dinamismo es creciente. Las campañas de anulación y los cuestionamientos jurídicos de las nuevas leyes

flagrantes han logrado un gran impulso.

Si bien estas campañas movilizan a las personas y pueden obtener resultados palpables, debemos lograr que estas exigencias vayan más lejos.

Tal como lo expresó la activista y defensora laboral Lucy Parsons, “Nunca te engañes de que los ricos te permitirán que votes para eliminar su riqueza”. Los contribuyentes ya han pagado suficiente a través de los préstamos de rescate concedidos a los bancos y las instituciones financieras, cuyos montos ascienden a trillones de dólares.

Por ello, ahora los contribuyentes se están volcando a las calles para decir: “¡Ya no pagaremos más para resolver esta crisis!” Las voces que están surgiendo a raíz de la lucha están exigiendo que se impongan “¡impuestos a los ricos!” Los déficits presupuestarios que enfrenta la mayoría de los estados no obedecen a la falta de dinero. No hay escasez de dinero. Lo que sucede es que los ricos y las corporaciones acaparan su dinero.

Las ganancias de las corporaciones son las más altas que se han obtenido durante los 60 años que el Departamento de Comercio ha mantenido archivos. Estas ganancias se han generado mediante el uso de nuevas tecnologías en la automatización y la robótica, las cuales han contribuido a una “recuperación sin necesidad de puestos de empleo”.

Están despareciendo de forma permanente millones de trabajos y millones más están a la espera de ser eliminados. En efecto, todos los sectores laborales, desde los dependientes de las tiendas hasta los fabricantes de automóviles, y aún los abogados, quedan expuestos a la vulnerabilidad debido a tecnologías automatizadas más rentables.

Por eso es que observamos una embestida de las corporaciones contra los trabajadores — las mismas ya no ofrecerán salarios, prestaciones ni servicios para los obreros que no necesitan.

Con la reducción de los costos laborales y el incremento de la productividad, las ganancias van en un aumento vertiginoso. Si bien las corporaciones están ganando más dinero que nunca, las brechas jurídicas y las técnicas para la evasión de impuestos permiten que muchas de las corporaciones y las personas más ricas de los Estados Unidos paguen muy pocos impuestos, o no contribuyan del todo.

En innumerables ocasiones desde que empezó la recesión en el 2008, hemos visto al gobierno aliarse de forma cada vez más estrecha con las corporaciones. De hecho, el gobierno se ha fusionado con las corporaciones, lo cual ha establecido la base de un ataque general contra la democracia.

Las manifestaciones en Wisconsin y en otras partes del país representan una oportunidad para que la clase obrera se pronuncie de forma determinante a favor de sus propios intereses. A medida que se materializa la crisis económica, más personas están viendo la necesidad de reconstruir la economía de una forma que satisfaga a la mayoría. Este es un proceso que debe desarrollarse con cada paso marcado con las acciones intencionales de las personas, los organizadores y los activistas interesados y preocupados.

La gente obrera en toda la nación se está uniendo para exigir que se impongan “¡más impuestos a los ricos!”.

RELATED ARICLES