Los estudiantes de Detroit enfrentan una ’violencia económica’ en manos del estado y las fundaciones

A los estudiantes de la Escuela Secundaria Western que tuvieron que esperar seis semanas para tener un maestro de química se les dijo que “pasarían la clase”.

Con los que yo conversé – todos estaban en onceavo grado – esperan poder asistir a la universidad. Ellos saben que si alguna universidad los acepta (con base en sus promedios, sí los aceptarán), se sentarán junto a otros estudiantes que sí tuvieron maestros, libros de texto y laboratorios.

Teóricamente, los estudiantes de la Secundaria Western sí asistieron a la escuela y recibieron una nota de “P” en aquellos casos en los que estuvieron presentes pero que no tuvieron maestros.

La Gobernadora demócrata, Jennifer Granholm, y el Secretario de Educación de los Estados Unidos, Arnie Duncan, – las mismas personas que impusieron al Gerente de Emergencias Financieras, Robert Bobb, en las escuelas públicas de Detroit– nunca enviarían a sus hijos a escuelas sin maestros o en las que hay 60 estudiantes en el aula sin ningún libro de texto.

Nos hacen a nosotros lo que nunca permitirían que les sucediera a sus propios hijos. Pero nuestros estudiantes no tienen recursos para hacer frente a esta violencia económica – actualmente se encuentran a merced de un estado implacable.

Los distritos escolares que están estancados por falta de fondos y a manos de la Gobernadora son presa fácil de las grandes fundaciones educativas y sus escuelas semiautónomas.

Durante el último año, las fundaciones – a través de organizaciones sin fines de lucro – llevaron a diversos padres de familia al Consejo Municipal e intentaron abolir el Consejo Escolar al obligarlo a incluir este asunto en la papeleta de votación.

El Consejo Municipal reconoce que las fundaciones tienen el dinero necesario para imponer su voluntad en la urna electoral a través de publicidad y otros medios, tal como en la película titulada “Esperando a Superman”. Pero se negó a incluir este asunto en la papeleta de votación.

Nunca antes ha sido tan visible el papel de las fundaciones en la educación. Pero nosotros continuamos defendiendo nuestra postura.

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