Otra estrella que cae del cielo
y no tenemos a quien culpar
una hija mas, una madre menos,
otra causa para llorar.
Nadie sabe el lugar ni la hora
en que la vida termina abrupta,
no podemos saber la forma
no existe manera alguna.
¿Será acaso sus bellas letras
lo que ocasionó su cita mortal?
¿Fue la reclamación certera
lo que a la otra hizo matar?
Podría pensar que fue su sexo
esa poderosa femineidad,
lo que las llevó a su deceso,
la misteriosa causa fatal.
Fue tal vez la mala suerte
como la del pez que sale del agua,
que pronto encontraron la muerte
al haber nacido en Chihuahua.
Y cual es la diferencia?
si se mueren a balazos
Apuñaladas en una banqueta
o a las puertas de palacio?
Si los que debieron cuidarlas
los que pudieron evitarlo,
sólo piensan en campañas,
en su imagen y sus ranchos.
Ante esa gran indiferencia
obviamente criminal,
Perdemos nuestra esperanza
desde Juárez hasta parral.
Se han llamado Rubí o Marisela,
María, Guadalupe o Susana,
Nos las han quitado a ellas
Nos han arrancado el alma.